info@redbioetica.com.ar | viernes 04 de octubre de 2024
Quienes somos
con quienes dialogamos
Categorías
Bioética y sociedad

Adolfo Perez Esquivel llamamiento a la paz 

Adolfo Perez Esquivel: En búsqueda del equilibrio: llamamiento a la paz

Publicamos un llamamiento a la Paz que hiciera Adolfo Perez Esquivel, premio nobel de la paz, el 18 de diciembre de 2022, por mantener su total vigencia. 

En la memoria ancestral de pueblo guaraní se vive la búsqueda de la “Tierra sin males”, la Tierra de la Libertad, donde se alcanzará el equilibrio de nuestra existencia y la relación amorosa con la Madre Naturaleza, como hijos e hijas. En el mundo que vivimos se ha quebrantado ese equilibrio, la relación profunda entre la Madre y sus hijos e hijas. Es necesario volver a las fuentes en que todo es uno y uno es el todo. Volver a religar los lazos fraternos y la ternura en un mundo donde la ciencia y la técnica han alterado el pulso y los ritmos de la existencia, provocando la aceleración del tiempo que actúa imponiendo su ritmo al ser humano. 

La relación entre la tecnología y la aceleración del tiempo se impuso sobre la vida del ser humano y también sobre los ritmos naturales de la Madre Tierra: ritmo profundamente alterado y en muchos casos profundamente dañado por las ambiciones económicas, políticas y estratégicas en la lucha por la dominación y el poder. 

Nadie ignora la situación y sometimiento a que está expuesto el planeta Tierra, nuestra casa común y único lugar habitable en el sistema solar, al cual pertenecemos. El ser humano es supuestamente el único ser racional o “irracional” frente a la creciente destrucción que los altos índices de contaminación ambiental, someten y ponen en peligro a los recursos naturales cada vez más escasos y la biodiversidad, así como el agua y los bosques. 

Esto se logra imponiendo un falso concepto del llamado “desarrollo”, cuando es explotación. Nunca se llega a definir con claridad a que se refieren cuanto hablan de “desarrollo”, económico, sustentable, político, educativo, etc. 

Todo esto me lleva a recordar a Oscar Wilde cuando dice: “cínico es el que conoce el precio de todas las cosas, y el valor de ninguna”. Wilde apuntaba a distinguir entre los valores que asigna el mercado y los valores reales de las cosas. Precio y valor no son lo mismo. 

El valor que tiene la palabra, la fuerza que transmite el pensamiento que nos permite ordenar nuestros actos, conductas y valores, es la energía, es la fuerza, que da  “sentido”  a nuestras vidas y al mundo. 

La vida de los pueblos “desarrollados” ha cambiado profundamente y generado el conflicto, en que los seres humanos quedan atrapados por la dinámica impuesta por el desarrollo, así como por los cambios provocados por la ciencia y la tecnología. 

Necesitamos lograr el desarme no sólo armamentista; es necesario “desarmar las conciencias armadas”; como bien lo define R. Panikkar.Cada ser tiene su tiempo, para compartir, pensar, y actuar, los ritmos son diversos y debemos aprender a respetar el ritmo de otras personas y otros pueblos, su espiritualidad y culturas. 

Así fue el encuentro con los hermanos Mayas en San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, México, cuando conversamos sobre el sentido del desarrollo y su significado. 

 Como mirando en su interior dijeron: “¡Hermano!- En nuestra lengua no existe la palabra “desarrollo”. No entendemos a que se refieren con desarrollo cuando destruyen la naturaleza, explotan y saquean los recursos de nuestra Madre Tierra, cuando contaminan la vida y sólo buscan su propio interés económico y no el interés de todos”. 

“La cultura que nos legaron nuestros ancestros es encontrar El equilibrio. tenemos que restablecerlo en cada uno de nosotros, con la Madre Naturaleza, con el Cosmos y con Dios. 

Cuando se quiebra el equilibrio se genera la violencia que tanto daño hace a la humanidad, a cada uno de nosotros, a nuestras familias y las comunidades”. 

En el mundo que vivimos los desafíos son múltiples, no hay que desesperar; pero es necesario asumir que el ser humano tiene la condición de promover lo mejor para la vida de la humanidad: construir la Paz, no como la ausencia del conflicto, sino como la base y dinámica permanente de transformación de las relaciones humanas, fraternas, de solidaridad y cooperación, entre las personas y los pueblos. 

Estas relaciones han sido lamentablemente quebrantadas por guerras, conflictos armados, hambre y opresión económica que genera nuevas formas de esclavitud, como la deuda externa y el saqueo los países empobrecidos. 

Pero el ser humano tiene la capacidad también de desarrollar lo peor que vive el mundo, la lucha por el poder económico, político y militar y pone en peligro la existencia planetaria con la amenaza de la guerra nuclear. 

Lo que se siembra se recoge: los campesinos saben de esto, si siembran maíz, recogerán maíz; si siembran trigo recogerán trigo, si siembran destrucción y muerte, el resultado será mayor destrucción y muerte. Es necesario sembrar la conciencia crítica y valores que hacen a la Paz y entendimiento entre los pueblos. 

Es necesario revertir la situación de violencia en que está inmersa la Humanidad a través de la Cultura de Paz  y  No-Violencia; volver a las fuentes para el reencuentro de la familia humana. Es un desafío que debemos asumir en la vida cotidiana, en la familia y cultivando la educación liberadora como práctica de la libertad, como bien lo señalara Paulo Freire; quien también expresara que lo contrario del Amor no es el Odio, lo contrario del Amor, es el miedo a Amar. 

Quienes tienen miedo a la Paz, nunca encontrarán la Paz ya que nadie puede dar aquello que no tiene. Debemos construir espacios  para restablecer el equilibrio en nuestras propias vidas y con los demás, en nuestras comunidades y sociedad en que vivimos y en la relación con nuestra Madre Tierra hoy castigada y devastada por los intereses políticos, económicos y militares. 

La resistencia y construcción no-violenta es poder comprender y asumir la resolución de los conflictos desde la conciencia crítica y resolución justa. Un mal no se resuelve con otro mal mayor, el resultado serán dos males pero no la resolución del conflicto. 

En toda guerra tanto vencedores como vencidos están derrotados y la Paz estará ausente. 

Los caminos de Esperanza están vigentes en el mundo y nacen de la capacidad de la resistencia social, cultural, política y espiritual de los pueblos en su búsqueda incesante por alcanzar la Tierra sin Males, la Tierra prometida que nos anuncia un nuevo amanecer de la vida, a pesar de todo. Ese caminar lo encontramos en los libros sagrados, en la memoria colectiva, en la mente y el corazón de quienes construyen la Paz y entendimiento entre las personas y los pueblos. 

En Abya Yala- “El Continente de la Tierra Fecunda”, hay experiencias de resistencia no violenta y construcción de la Paz. Estas son diversas y esperanzadoras por un mundo mejor: el “MST” Movimiento de los sin Tierra en Brasil, con la toma de tierras, formación de cooperativas, producción y distribución de los bienes, bancos de semillas criollas, soberanía alimentaria y defensa del medio ambiente frente a la imposición de los agronegocios de imponer la dependencia de las semillas transgénicas y agrotóxicos; derechos a la educación, salud y participación social y política. 

Movimientos por los Derechos Humanos que practican la resistencia No-violenta frente a la opresión durante las dictaduras militares y en la actualidad gobiernos “seudo-democraticos”; que reclaman derechos a la vivienda, tierras, salud y educación. La democracia no se regala, se construye con la participación social. 

Movimientos de pueblos originarios reclamando derechos a sus territorios, pertenencia e identidad, lenguas, reconocimiento de sociedades pluriculturales y derecho a sus culturas y espiritualidad. En algunas comunidades del continente han desarrollado la medicina natural de sus pueblos. 

Uno de los grandes movimientos de no-violencia actuales es de mujeres en el mundo que se manifiesta como rebelión al sometimiento y dependencia machista. La mujer ha penetrado a través de la resistencia en todos los medios sociales, educativos, científicos y políticos, está logrando cambios significativos en pos de nuevas sociedades de derechos e igualdad. Rebelión de las mujeres en Irán, como en otros países reclamando sus derechos. 

Resistencia de mujeres frente a la opresión, como las Madres de Plaza de Mayo en Argentina, en Perú, en Ayacucho; mujeres indígenas frente a la represión militar, o en Haití frente a la violencia policial y tropas de ocupación de la ONU; y frente a los abusos contra las mujeres y niños/as, como llevarles el Cólera que ha provocado más de 9 mil muertes y el empobrecimiento mayor del pueblo. 

La rebelión de los jóvenes en Chile reclamando el derecho a la educación libre y gratuita, soportando la represión de los Carabineros.  

Estas que señalo brevemente son algunas experiencias del caminar de luchas no violentas y construcción de la Paz en nuestro continente de la Esperanza. 

Adolfo Pérez Esquivel  18-12-22 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.