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Bioética y sociedad

Taser no, salud si. Repudio

La ministra de Seguridad de la Nación Argentina, Sra Bulrrich, ha hecho una compra de pistolas Taser. Entre los espacios que la Ministra mencionó para su uso está el Hospital Posadas.  Reproducimos abajo una declaración de los residentes del Hospital Posadas repudiando las decisiones de la Sra. Bulrrich, que lleva el título de esta nota y la solidaridad del Hospital Gutiérrez con la misma. Asimismo una declaración del CELS (Centro de estudios legales y sociales) mostrando la letalidad de esas armas. Como Redbioética consideramos importante conocer la opinión de los que se ocupan de la salud frente a este tipo de decisiones gubernamentales en nombre del derecho a la salud y la vida.

«En una entrevista televisiva la Ministra de Seguridad Patricia Bulrrich, planteó que «hay lugares donde el uso de las Taser es muy recomendable. Por ejemplo en el Hospital Posadas» (sic). Bulrrich justifica esto aduciendo que es un lugar donde pueden darse «situaciones violentas». No se entiende cuáles serían esos hechos para la Ministra, ¿serán los niñxs y familias enteras que llegan contando que no tienen para comer?, ¿serán las cada vez más personas que tienen menos acceso a la medicación que necesitan? ¿es la Guardia de Pediatría que con la lluvia de hace unos días se quedó sin luz mientras habia niñxs que esperaban atención médica? ¿son los trabajadorxs que se organizaron contra los despidos?. 

Es inadmisible la violencia de los dichos de la ministra olvidando la memoria del Hospital, que se encuentra atravesada por el terror de las «picanas» que se aplicaron como forma de tortura en  la dictadura,  siendo éste un centro clandestino de detención y tortura. 

La ministra habla impunemente sobre violencia, cuando se bajó el presupuesto destinado a salud mientras quieren pagar millones de dólares al FMI.

En los últimos años, despidieron más de 1000 trabajadores, se vaciaron servicios y aumentó la precarización laboral. Esa es la violencia que vivimos todos los días quienes trabajamos en la salud pública y los pacientes que dependen del hospital público. 

En momentos donde aumenta la miseria para miles y la mitad de los niñxs son pobres, estos dichos de Bulrrich muestran cuales son las respuestas para el gobierno ante esta situación, más plata para represión y menos para salud.  

Desde la Comisión de Residentes, repudiamos los dichos de Bulrrich, así como también el uso de las Taser en el hospital, donde a diario trabajan y asisten miles de personas”.

Comisión de residentes y becarios del Hospital Nacional Posadas  (8-5-2019)
La Asociación de Profesionales, la Filial de Médicos Municipales y los residentes y concurrentes del Hospital Ricardo Gutierrez de Buenos 
Aires nos solidarizamos con los trabajadores del Hospital Posadas. Repudiamos enérgicamente la idea punitivista y represiva de la ministra de seguridad de utilizar armas taser contra trabajadores de la salud y contra pacientes que sufren día a día para sobrevivir en condiciones tan adversas. Una verdadera provocación inadmisible. Un afectuoso saludo para los Compañeros del Hospital Posadas! (9-5 – 2019)

«Las pistolas Taser provocan un dolor intenso, es decir que su uso puede ser considerado tortura o trato cruel, y pueden ocasionar la muerte. La reglamentación publicada en el Boletín Oficial es inconstitucional ya que no respeta los principios de proporcionalidad y razonabilidad que limitan el uso de la fuerza estatal.

Los criterios que el reglamento establece son tan imprecisos que en los hechos habilitan cualquier uso. Por ejemplo, el inciso c) del artículo 2 las autoriza para “impedir la comisión de un delito de acción pública”, o sea siempre, porque ese es el trabajo de la policía. El inciso a) del mismo artículo las permite para inmovilizar ante un “peligro inminente”, que no se describe de ningún modo. Así, el reglamento potencia los riesgos de letalidad y tortura, en lugar de disminuirlos como afirmaron las autoridades.

El Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas que intervino en casos contra Nueva Zelanda (2009) y contra Gran Bretaña (2013) desalentó su uso y lo consideró prohibido salvo que se trate de “situaciones extremas y limitadas (aquellas en las que exista una amenaza real e inmediata para la vida o riesgo de lesiones graves)” y “únicamente en sustitución de las armas letales”.

La única forma de que la introducción de las Taser reduzca la letalidad policial es que sean utilizadas como remplazo de las armas de fuego. En la medida que esta regulación amplía su uso, su efecto será aumentar las lesiones y la letalidad. Así, con la incorporación de las llamadas “armas menos letales” se intenta esconder el uso de violencia estatal y las afectaciones serias para la vida y la integridad que estas producen. El gobierno nacional promueve y no controla el uso de armas de fuego; en el mismo sentido, este reglamento implica una nueva habilitación para el uso de la fuerza sin límites ni control.»

Centro de Estudios Legales y Sociales  9-5-2019

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