info@redbioetica.com.ar | martes 25 de noviembre de 2025
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Bioética y sociedad

Ruido. Contaminación auditiva

RuidoInvestigadores del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona han evaluado el impacto del ruido ambiental en las ciudades europeas a partir de la investigación desarrollada por investigadores del grupo Interfase, del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y del Centro Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente de Holanda (RIVM) en un informe que la Agencia Europea del Medio Ambiente ha presentado en Bruselas.

Según este informe el ruido provoca molestias en 31,7 millones de europeos adultos y trastornos del sueño en más de 13 millones, además de 72.000 hospitalizaciones y 16.600 muertes prematuras al año. Se estima que al menos 100 millones de europeos están expuestos a niveles de ruido por encima de 55 dB Lden.

La contaminación acústica «de fondo» proviene mayoritariamente del tráfico terrestre, aunque el tráfico aéreo y la industria son fuentes de emisión importantes. En el 60% de las ciudades españolas aumentó el número de personas expuestas al ruido del tráfico terrestre entre 2007 y 2012, contra el 35 por ciento de todas las ciudades europeas estudiadas.

En cuanto a los jóvenes, cerca de la mitad de ellos se expone de manera continua a niveles de ruido dañinos para la salud del oído y la audición, según estimaciones de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-CCC).

El hábito de escuchar música con auriculares, junto con la asistencia a conciertos y locales de ocio con música alta, constituye en la actualidad la principal causa de trastornos provocados por el ruido en los jóvenes, por ello es preciso prestar atención a cualquier tipo de sonido dañino para reducir la intensidad y tiempo de exposición a los mismos y prevenir así, no solo problemas auditivos, sino de salud en general. También han advertido que estos factores están provocando que la edad de aparición de la pérdida auditiva asociada a la edad pueda adelantarse 20 años, manifestándose los trastornos típicos de personas de 60 años ya a los 40.

La OMS estima que la mitad de las personas de entre 12 y 35 años escuchan dispositivos electrónicos (MP3, teléfonos móviles y otros) a niveles inseguros en países de ingresos medios y altos. «En el caso de los reproductores de música, lo ideal sería aplicar la regla del 60-60, es decir, no utilizarlos más de 60 minutos al día y no superar el 60 por ciento del volumen que permiten los mismos. El 85 por ciento de los estudiantes utiliza reproductores de música, de los cuales un tercio supera el nivel de exposición de 80dB y uno de cada cuatro los 85db (International Journal of Audiology,)

Límites de ruido
Según la OMS, para garantizar una buena salud se recomienda no superar los 65 dB. «Una exposición a un sonido superior a 85 dB supone un riesgo de pérdida auditiva si se repite en el tiempo. Se admite que una exposición a 80 dB durante más de 8 horas al día, en el entorno laboral, requiere uso de protección auditiva para no ser lesiva», ha explicado Lavilla. Por encima de 100 dB existe un riesgo de pérdida inmediata. Fuentes de ruido como las discotecas, bares o conciertos pueden superar los 110 dB, «lo que supone que el tiempo máximo de exposición para evitar el daño debería ser como máximo de dos minutos diarios cinco días de la semana, lo que ni siquiera se acerca al hábito seguido por los jóvenes «.

Problema de salud mundial
La pérdida de audición inducida por el ruido es un problema de salud mundial, que afecta en mayor medida a aquellas personas que están más expuestas. En este grupo suelen estar, además de los jóvenes, los militares, corredores de carreras de motos y coches deportivos, personal de discotecas, profesionales de música rock, «y todas aquellas que viven en las grandes ciudades y se ven perjudicadas por los altos niveles de contaminación acústica derivados del tráfico rodado y los transportes», ha concluido Lavilla.

‘La dieta contra el ruido’
Desde la Comisión de Audiología de la SEORL, se recomienda ante todo prevenir, puesto que, «una vez producido el daño, éste es irreversible, y los oídos son para toda la vida», por ello, aconsejan la llamada Dieta contra el ruido:

• Dosificar los ruidos y limitarlos al máximo
• Limitar el volumen de ruido y el tiempo de escucha con volumen alto
• Evitar ambientes ruidosos y ruidos impulsivos
• Alejarse de las fuentes de ruido (por ejemplo, los altavoces)
• Amortiguar el ruido con el uso de protectores o tapones
• Procurar no generar ruidos que molesten a otros
• Seguir la regla del 60-60: no más de 60 minutos a más del 60 por ciento del volumen que permiten los reproductores musicales

Intensidad de ruidos

Listado de ruidos con sus correspondientes niveles en dB:
• Pájaros trinando: 10 dB
• Rumor de hojas de árboles: 20 dB
• Murmullo oleaje suave en la costa: 30 dB
• Zonas residenciales: 40 dB
• Conversación normal: 50- 60 dB
• Lavavajillas: 60 dB
• Aspiradora: 65 dB
• Conversación acalorada (oficina): pueden ser 80 dB
• Tráfico rodado en la ciudad: 80-85 dB
• Claxon de un automóvil: 90 dB
• Motocicleta: 90 dB (riesgo de lesión auditiva si la exposición se prolonga durante 4 horas)
• Sierra eléctrica, cascos de música: 95 dB (riesgo de lesión si la exposición se prolonga 2 horas)
• Discoteca, petardos pirotecnia: 110 dB (riesgo de daño inmediato)
• Concierto de rock, taladro: 120 dB (riesgo de lesión auditiva si la exposición se prolonga 7 minutos)
• Sirena de tren, alarma de incendio: 125 dB
• Martillo neumático: 130 dB
• Avión despegando: 140 dB

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