Responsabilidad de los investigadores científicos
Muchas veces aparece la cuestión de la responsabilidad respecto de una investigación científica, sobre todo cuando ésta se realiza en centros de investigación de científicos renombrados que delegan esa responsabilidad pero siguen firmando los resultados para obtener más prestigio. Reproducimos una nota aparecida en Lancet que comenta lo sucedido con David Latchman, reconocido genetista y administrador universitario en el Reino Unido.
Documentos recientemente publicados revelan el alcance de la conducta indebida en la investigación perpetrada durante muchos años en el laboratorio de un distinguido científico del Reino Unido, David Latchman, en el Instituto de Salud Infantil de la UCL, Londres. En respuesta a tres denuncias de mala conducta, relacionadas con docenas de documentos del grupo de Latchman publicados entre 1990 y 2013, UCL inició dos investigaciones formales. Y el 1 de julio, después de varias solicitudes de libertad de información, UCL finalmente publicó los informes.
Los documentos detallan cómo se identificaron las pruebas de conducta indebida en la investigación en siete de 32 documentos en la primera investigación y tres de siete en la segunda investigación. Se identificaron tres categorías de problemas, de los cuales dos se consideraron como una conducta deshonesta en la investigación: manipulación intencional de imágenes de transferencias Western y micrografías, seguido de reutilización como datos diferentes en publicaciones posteriores y duplicación o clonación de una sección de micrografías, ambas dentro de la misma imagen y entre diferentes imágenes. Hasta la fecha, se han retirado seis documentos y se han emitido correcciones para otros dos.
Latchman supervisó el laboratorio desde 1992 hasta 2002, pero después de su nombramiento como Maestro de Birkbeck, Universidad de Londres, en 2003, disminuyó el compromiso activo con su grupo de investigación. Las investigaciones encontraron que Latchman no estaba al tanto de la manipulación de la imagen que ocurría en su laboratorio. Pero su falta de atención a los detalles de la investigación que se está realizando y sus informes, además de continuar permitiendo que su nombre se incluya como autor en los artículos, facilitó la conducta indebida y fue al menos imprudente. Dos procesos disciplinarios separados concluyeron que no había suficientes motivos para el despido. Dejó de supervisar la investigación.
El caso Latchman proporciona una lección saludable. La autoría es un bien valioso, por el cual los autores reciben un crédito enorme. Pero ese crédito implica una gran responsabilidad, y es deber de cada autor asegurarse de la integridad y veracidad de cualquier trabajo que lleve su nombre. Es indebido, que los investigadores principales en investigaciones científicas, con responsabilidades complejas y tiempo limitado para la investigación, sigan siendo nombrados como autores en los trabajos, en gran parte realizados de forma independiente.
Editorial:| Volume 394, ISSUE 10193, P94, July 13, 2019
Research integrity: recognising the responsibilities of authors