Política y tecnología
Publicamos el comentario de Renato Dagnino sobre un tema de actualidad en la República Argentina, Política y tecnología.
«El rol político de la comunidad científico-tecnológica»
Ese es el título de un artículo de Carlos de la Vega publicado el 3 de agosto de 2015 por la Agencia de Noticias Tecnológicas y Científicas de la Universidad Nacional de San Martín (TSS). Ahí se aborda el problema de que en los países subdesarrollados, en donde se precisa una transformación social y cultural, así como modificar la matriz productiva, es indispensable la construcción de un circuito de generación de CyT al servicio de la sociedad.
También se hace referencia a que ni las grandes empresas privadas, ni el sector agropecuario, o los sindicatos, entre otros actores, han exhibido una determinación valiente y generosa para acompañar este intento de superar el subdesarrollo, y que la mayoría de esos actores sociales se encuentran inmersos en lógicas de acumulación de beneficios propios, soslayando la preocupación por el cambio cualitativo positivo de la sociedad y su sistema productivo. Esto se manifestó también en el universo político, donde sólo una parte muy específica y acotada del mismo ha liderado y sostenido el esfuerzo de transformación.
Porque lo que está faltando, dice De la Vega, es un actor colectivo masivo que pueda disputar con los otros actores sociales consolidados el sentido y la orientación de la política. Pero para que la comunidad CyT argentina pueda asumir un rol político adecuado, previamente debe superar algunos de sus males históricos, en donde el «universalismo científico» es uno de ellos, un aspecto que podría sintetizarse en la legitimación de su actividad a través de la publicación de papers.
Pero para ser justos, acá también hay que analizar las políticas nacionales y/o institucionales, que son las que ponen las reglas. Porque si esas reglas son conseguir el objetivo A, seguramente por un instinto de preservación básica la mayoría dedicará sus esfuerzos a alcanzar ese objetivo, y no otro. Por eso es necesario que, por un lado, las políticas nacionales en CyT se discutan amplia y horizontalmente, y en donde haya compromisos de otros espacios sociales, además de la comunidad CyT. Porque si bien es cierto que, por un lado, muchos debemos hacer una autocrítica, por otro lado, también debe quedar claro que si desde el poder político no se toman las medidas necesarias para canalizar el conocimiento aplicable expresado en papers -y otras modalidades- en función de resolver necesidades estratégicas, económicas o sociales en proyectos de envergadura, estamos perdidos. De otra manera, la actividad científica no superará la categoría de un ornamento social, como dice el autor. Nota completa en: http://www.unsam.edu.ar/tss/el-rol-politico-de-la-comunidad-cientifico-tecnologica/ .
Tema también abordado en el documento del Comité de Políticas de la Multisectorial de CyT: «Políticas en Ciencia y Tecnología. Fortalezas – Debilidades- Propuestas«, escrito con la finalidad de estimular la discusión en el área CyT. Interesados en recibirlo enviar un mail a grupogestion1@yahoo.com.ar . En ASUNTO poner: Solicito Políticas CyT.
Por otra parte, ya en el año 2008, Diego Hurtado decía: «No hay una comunidad CyT que se conciba a sí misma como actor político» – https://www.clarin.com/opinion/ciencia-necesita_0_Sy8MI73CpYx.html -.
En otro artículo reciente de TSS, Diego Hurtado concluye manifestando que en el capitalismo contemporáneo, sin soberanía tecnológica no hay desarrollo económico. Y haciendo referencia a los economistas neoliberales nativos que promueven, entre otras medidas, el libre comercio, despidos y tarifazos sin importarles que eso se traduce en desocupación, conflictos sociales, o destrucción del aparato productivo nacional, Hurtado dice: «Como monos entrenados en el norte para producir pobreza en el sur, reniegan de toda evidencia empírica acerca del inevitable fracaso que garantizan las «recetas» que intentan aplicar. Porque no son políticas, sino recetas, porque en sus formulaciones no hay contexto, ni proyecto social, ni diseño institucional, ni concepción sistémica. Endeudarse, bajar la inflación y el déficit fiscal, y que Dios elija si diluvio o primavera».
Todo esto, aunque algunos no lo crean, también tiene mucho que ver con el futuro del sector científico-tecnológico. Nota completa en : http://www.unsam.edu.ar/tss/reflexiones-sobre-analfabetismo-tecnologico/ .
En fin, tres artículos como para reflexionar acerca del rol político que debería desempeñar la comunidad CyT.