Menos Taser, más salud
Menos Taser, más salud
La bioética y los bioeticistas consideramos que uno de los modos de defender el derecho a la vida es instaurar en los países sistemas de salud justos, públicos, accesibles para todos, de calidad, en que la atención a la salud sea un ejemplo de respeto a la dignidad. Hace un tiempo publicamos en esta Página de la Red una declaración de los médicos de uno de los hospitales más simbólicos en Argentina en defensa de la salud pública, el Hospital Posadas donde se señalaban las carencias de dicho Hospital y la merma de sus recursos humanos y no humanos por recortes en los aportes del gobierno.
Hace un par de días la Ministra de Seguridad de la Nación, justificó la compra y uso de pistolas denominadas Taser sosteniendo que son «armas electrónicas que solo producen efectos pasajeros en el organismo humano sin llegar a provocar la pérdida del conocimiento, y que por ello están contempladas taxativamente dentro de la Categoría de ‘Armas y Municiones de Uso Civil'». No obstante, las Taser fueron consideradas armas mortales por el Comité contra la Tortura de la Organización de las Nacionales Unidas en un documento de 2008 de recomendaciones específicas para países, puesto que su uso “causa severo dolor que constituye una forma de tortura, y, en algunos casos, puede incluso causar la muerte, como se ha puesto de manifiesto en casos recientes”. Mariela Belski, directora ejecutiva de Anmistía Internacional Argentina, sostuvo que “La utilización de armas Taser puede ser autorizada, pero bajo condiciones muy estrictas, nunca deben ser utilizadas por la policía para reducir a personas que se considera sospechosas o que se niegan a acatar una orden de la autoridad. Por el contrario, deben existir criterios muy estrictos, que únicamente permitan su uso en situaciones en las que, de no contar con la Taser, la Policía utilizaría armas de fuego”. Esta organización contabiliza entre 2001 y 2014, 602 muertes a manos de la policía por el uso de este tipo de armas en los Estados Unidos. El cardiólogo Douglas Zipes, investigador de la Universidad de Salud de Indiana y especialista en el tema, señaló que “desde el punto de vista clínico no hay ninguna duda de que un disparo con Taser en el pecho puede causar un paro cardíaco y una muerte posterior”.
Entre los espacios que la Ministra mencionó para su uso está el Hospital Posadas. Reproducimos abajo una declaración de los residentes del Hospital Posadas repudiando las decisiones de la Sra. Bulrrich, que lleva el título de esta nota.
«En una entrevista televisiva la Ministra de Seguridad Patricia Bulrrich, planteó que «hay lugares donde el uso de las Taser es muy recomendable. Por ejemplo en el Hospital Posadas» (sic). Bulrrich justifica esto aduciendo que es un lugar donde pueden darse «situaciones violentas». No se entiende cuáles serían esos hechos para la Ministra, ¿serán los niñxs y familias enteras que llegan contando que no tienen para comer?, ¿serán las cada vez más personas que tienen menos acceso a la medicación que necesitan? ¿es la Guardia de Pediatría que con la lluvia de hace unos días se quedó sin luz mientras habia niñxs que esperaban atención médica? ¿son los trabajadorxs que se organizaron contra los despidos?
Es inadmisible la violencia de los dichos de la ministra olvidando la memoria del Hospital, que se encuentra atravesada por el terror de las «picanas» que se aplicaron como forma de tortura en la dictadura, siendo éste un centro clandestino de detención y tortura.
La ministra habla impunemente sobre violencia, cuando se bajó el presupuesto destinado a salud mientras quieren pagar millones de dólares al FMI.
En los últimos años, despidieron más de 1000 trabajadores, se vaciaron servicios y aumentó la precarización laboral. Esa es la violencia que vivimos todos los días quienes trabajamos en la salud pública y los pacientes que dependen del hospital público.
En momentos donde aumenta la miseria para miles y la mitad de los niñxs son pobres, estos dichos de Bulrrich muestran cuales son las respuestas para el gobierno ante esta situación, más plata para represión y menos para salud.
Desde la Comisión de Residentes, repudiamos los dichos de Bulrrich, así como también el uso de las Taser en el hospital, donde a diario trabajan y asisten miles de personas”.
Fuente: Comisión de residentes y becarios del Hospital Nacional Posadas 8-5-2019