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Bioética y sociedad

El matrimonio infantil

La comprensión de costumbres y mandatos que no responden a nuestra cultura requiere de mucha interacción entre las partes. Una de las reacciones más comunes, sobre todo a cuestiones que afectan al género femenino, es no preguntar sino juzgar directamente de acuerdo a nuestras pautas. Para hacerlo se recurre frecuentemente al concepto de derechos humanos como si su contenido fuera absoluto y sólo pudiera ser referido a conductas occidentales. Nuestra tarea como bioeticistas es precisamente vincular el bios, es decir la vida propia del ser humano con los derechos humanos, sabiendo que ese bios se nutre de una maravillosa diversidad.

Publicamos este comentario aparecido en The Lancet que reproduce a su vez juicios del Banco Mundial cuando reclama educación para África en un informe del 19 de noviembre pasado. Lo hacemos como disparador de la discusión, ya que aporta resultados de estudios sobre indicadores  que deben ser tenidos en cuenta. Lo que no aporta son las razones de quienes mantienen los mandatos culturales, lo cual es preciso conocer antes de afirmar rotundamente que hay una violación a los derechos humanos, sobre todo porque parece que se aborda esta problemática separada de todas las otras: económicas, políticas, sociales que la propician y que son mencionadas sólo tangencialmente en este comentario. Es de notar que se hace una comparación con la India, sin tomar en cuenta las grandes diferencias que existen entre India y África subsahariana y en la misma África.   Asimismo se propone la educación de las niñas como respuesta y la pregunta que podemos hacernos es quién imparte esa educación y qué contextos tiene en cuenta. ¿O estamos hablando de una educación global con valores y criterios europeos como el de prosperidad y progreso mencionados en el informe?  No olvidemos que la educación ha sido uno de los primeros medios de colonización de los pueblos, y uno de los mayores factores para impedir cuestionamientos a la desigualdad.

El informe:

“En África subsahariana, una de cada tres niñas está casada antes de cumplir los 18 años, según Educar a las niñas y terminar con el matrimonio infantil: una prioridad para África, publicada por el Banco Mundial el 19 de noviembre. La evidencia contra el matrimonio antes de los 18 años es amplia y fuerte. Las novias tienen peores resultados de salud física, psicológica y reproductiva que sus compañeros que se casan más tarde. Las jóvenes carecen de agencia y son vulnerables a la violencia de pareja. Sus hijos corren mayor riesgo de muerte antes de los 5 años y de retraso en el crecimiento, lo que perpetúa la desventaja de generación en generación. En culturas que consideran a las niñas como pasivos y no como activos, el matrimonio infantil se ha convertido en una norma social que viola los derechos humanos y les roba su potencial.

El progreso en la última década para reducir el matrimonio infantil en la India muestra que las prácticas pueden mejorar. Para el bienestar futuro, la alternativa más valiosa al matrimonio para las niñas es la educación secundaria. La finalización de la escuela secundaria se asocia con una mejor salud para las mujeres y sus familias, más habilidades, mayor potencial de ingresos y mejor agencia. Los beneficios se extienden a las comunidades y los países, ya que las mujeres educadas fomentan la prosperidad compartida, son más altruistas y tienen tasas de fertilidad más bajas. El Banco Mundial estimó que el costo de la educación incompleta relacionada con el matrimonio infantil para 12 países africanos que conforman la mitad de la población del continente fue de US $ 63 mil millones en riqueza de capital perdida. En comparación, la asistencia oficial para el desarrollo para todo el continente fue de $ 41 mil millones en 2016.

Mientras que el 75% de las niñas en todo el mundo completan la educación secundaria inferior, solo el 40% lo hace en África. Las circunstancias socioeconómicas que empujan a las niñas a salir de la escuela y al matrimonio son complejas. Muchos factores están más allá del acceso, la seguridad, el costo y la calidad de la educación; por lo tanto, existe una variedad de oportunidades en todos los sectores para mejorar la finalización de la escuela. Claramente, las aspiraciones de la Unión Africana para el 2063 de prosperidad, inclusión y desarrollo del potencial de las mujeres, solo se pueden realizar si la educación de las niñas se convierte en una prioridad inmediata”.

The Lancet, Editorial, Vol. 392, num 2326, 1 dic. 2018

Un comentario sobre “El matrimonio infantil

  1. El matrimonio infantil es un tipo de violencia , violacion de los derechos , atentado a nuestra identidad , un abuso que se normalizo en muchas regiones como culturales . permitiendo asi esta practica quelo que precede es a seres humnaos mas infelices y menos libres en plea modernidad .

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