El cambio climático y el riesgo económico
Interesante comentario publicado en Ambientum el 12 de abril de 2019 sobre el auténtico peligro del cambio climático para las economías financieras que nos dominan, para los mercados y el modelo extractivista de economía. En primer lugar ponen las responsabilidad sobre la producción en los países en desarrollo sin considerar las grandes diferencias en producción de carbono, es decir del mayor generador de calentamiento global, que tienen los países desarrollados. Sin embargo éstos apelan a los mercados, para que la producción se vuelva “sustentable” al mismo tiempo que se rasgan las vestiduras porque no podrá haber “crecimiento económico” como vaticina el FMI. Si la medida sigue siendo el llamado crecimiento económico que no es más que la multiplicación de las producciones para llenar mercados que consuman no importa qué ni para qué el calentamiento global, y su consecuencia el cambio climático no podrá evitarse. Hay que parar la rueda, no seguir alimentándola con la producción de las grandes potencias por un lado y el crecimiento productivo de los subdesarrollados para emularlas por el otro, no hay que ponerse como meta el crecimiento económico sino el desarrollo económico que evite el extractivismo, la comercialización como medida y la ganancia financiera, monetaria como fin.
El cambio climático es, junto con las desavenencias políticas y un contexto de crecientes desigualdades, “el riesgo clave que podría rebajar la potencial producción global en el medio plazo”, según el informe del FMI. Las implicaciones serían “particularmente severas para algunos países vulnerables”.
Los cálculos del Banco Mundial son que, si la temperatura global sigue subiendo al ritmo que lo ha hecho hasta ahora, podría acarrear recortes de entre el 15% y el 25% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.
El Cambio climático
“Es claramente un riesgo importante a medio plazo, y avanza rápido mes a mes”, ha explicado en conferencia de prensa Gita Gopinath, economista jefa del Fondo. “El riesgo es urgente sobre todo para los países con bajos ingresos”, ha detallado.
Gopinath habló de la necesidad de que los países “incorporen esos riesgos y de construir resiliencia” para los embates del clima. Ante ello, ha subrayado la necesidad de “una mayor cooperación multilateral”.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático ya advirtió en octubre de que, a los ritmos de aumento actuales, “el calentamiento global podría alcanzar 1,5º por encima de los niveles preindustriales entre 2030 y 2052, trayendo consigo extremos de temperatura, precipitaciones y sequías.
Ello produciría, además, “efectos humanitarios devastadores” y conllevaría “pérdidas de producción severas y persistentes en una amplia gama de economías”.
Países en desarrollo
Los países en desarrollo de bajos recursos tienen ante sí, advierte el informe, el reto de resistir “los embates del cambio climático y los potentes desastres naturales”. Reducir los efectos colaterales de estos desastres, señala el Fondo, requerirá “invertir en infraestructuras climáticamente inteligentes, incorporar tecnologías apropiadas y desplegar redes de seguridad social bien dirigidas”.
Ya en enero, en el Foro Económico de Davos, la directora del FMI, Christine Lagarde, habló del cambio climático y el envejecimiento de la población como los dos grandes riesgos a las perspectivas de crecimiento. El cambio climático, dijo Lagarde, “es un asunto tan serio que, aunque no lo parezca, compete también a los bancos centrales y, por supuesto, al sector financiero”.
En Estados Unidos, el sector más progresista del Partido Demócrata ha colocado sobre la mesa el conocido como Green New Deal, una movilización nacional de una envergadura colosal para descarbonizar la economía.
El gasto desorbitado que exigiría, con una expansión del sector público de la escala del New Deal puesto en marcha tras la Gran Depresión, ha llevado a su fracaso en el Congreso.
Pero ha suscitado, además, un acalorado debate entre los activistas medioambientales, que consideran que el cambio climático es un riesgo inminente y existencial, y los críticos que sostienen que son los mercados los que deben liderar la transición desde el carbón a las energías limpias.
Fuente: Pablo Guimón, El País. https://elpais.com/economia/2019/04/09/actualidad/1554834286_503853.html,


