Declaración de la Sociedad Argentina de Bioética y Derechos Humanos

Declaración de la Sociedad Argentina de Bioética y Derechos Humanos

7 de mayo de 2024

Nuestro pueblo sufre, un profundo desencanto, resultado de la conjunción de múltiples causas entre las cuales no se puede obviar gobiernos que incumplieron o traicionaron promesas de campaña; una pandemia que golpeó a la sociedad y que aún es motivo de estudio y una prensa canalla, al servicio del poder concentrado, que construyó un “sentido común”

fundamentado en el odio y la intolerancia a todo pensamiento relacionado con políticas que pudieran asociarse a lo popular y público, durante casi tres lustros.

Este gobierno autodenominado anarco-capitalista libertario, prometió atacar las causas de raíz, así como a los presuntos responsables: “los políticos” generando la operativa categoría de “casta”. Sin embargo, hoy, sufrimos como pueblo, una vez más, el impacto de las medidas tomadas por un gobierno que piensa sólo en el mercado y en el poder concentrado, velando únicamente por sus intereses. Acabamos de ser testigos de lo ocurrido en la Cámara de Diputados, donde un gran número de los supuestos representantes del pueblo”, con una decisión incomprensible y carente de toda lógica, expresaron estar en desacuerdo con la Ley de Bases, pero votaron positivamente su aprobación, asumiendo una conducta rayana con la entrega y el vasallaje. Esto sin duda genera un mayor desencanto en tanto y en cuanto con la complicidad de medios disciplinados, se sigue culpando a la política y no a los políticos con nombre y apellido.

Sin política, sin el compromiso político de los que componen la sociedad en pleno, esta se desmembra y comienza a regir la más despiadada ley de la selva.

No se ha dudado en pisotear derechos inalienables que han sido conquistados por el pueblo argentino a lo largo de su historia entregando en muchos casos su sangre y su vida. Se ha atacado a las y los trabajadores en sus conquistas más valiosas como son las condiciones de trabajo digno, provocando así una descomunal transferencia de recursos de los más pobres a los capitales más concentrados. Esto lleva consigo la violación del derecho a una vida digna, que implica derecho a una educación y salud pública gratuitas y de calidad, a la expresión de una cultura propia, y sobre todo el derecho al futuro.

Como Sociedad de Bioética y Derechos Humanos manifestamos nuestro repudio al avasallamiento de los derechos fundamentales por parte del Poder Ejecutivo con la complicidad de gran parte del Poder Legislativo y la indigna indiferencia del Poder Judicial, y declaramos que los derechos ya mencionados y los que de ellos surgen como el derecho a la alimentación y el descanso, a la identidad, a la integridad, a la libertad de expresión, son patrimonio esencial de una sociedad democrática, plural e inclusiva. Pero además que no sólo están en peligro nuestros derechos, sino también nuestra soberanía, cuando se está legislando para vender nuestras riquezas naturales.

Por todo esto convocamos a toda la sociedad a comprometernos en una lucha permanente para que no siga siendo vulnerada en sus fundamentos.