Consumo y neuronas
Consumo y neuronas
La especialista en adicciones Gabriela Richard analiza los consumos desde la neurociencia. Indica que todo consumo interfiere en el funcionamiento del cerebro y que esto puede producir alteraciones mentales.
El episodio del cantante “Chano” Charpentier trajo a la agenda pública cuestionamientos sobre la importancia social que se le da a la salud mental y también al consumo de sustancias y adicciones.
Al ser consultada sobre el tema, la especialista en adicciones Gabriela Richard se refirió al concepto de “patología dual”, en referencia a la conexión entre el consumo y las alteraciones en la salud mental.
“Los consumos tienen una base fundamental que sólo puede ser entendida desde la neurociencia: el consumo implica la incorporación de sustancias psicoactivas que interfieren en el normal funcionamiento del cerebro”, explicó Richard, magíster en Prevención y Tratamiento de Conductas Adictivas por la Universidad de Valencia y coordinadora del posgrado en Prevención y Tratamiento de Adicciones de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
En ese sentido, explicó que la materia prima del cerebro son neuronas con neurotransmisores que tienen una producción química natural. “Cualquier consumo de sustancias psicoactivas (ya sea de drogas legales o ilegales) altera el equilibrio de esos neurotransmisores, que es tan importante. Esto nos lleva a hablar de la salud mental. No se puede hablar de salud mental sin los avances de la neurociencia que nos permiten entender el funcionamiento del sistema nervioso central y, en particular, del cerebro”.
Adicciones
Para la especialista Gabriela Richard, todo consumo es problemático. Por ello insiste en hablar de “trastorno por uso de sustancias” y no de consumo problemático, ya que según la neurociencia no hay consumo “no problemático”. “Cuando se tiene en cuenta que es una patología dual, podemos entender esa etapa del proceso adictivo que es imperceptible, que parece que no tiene consecuencias, sobre todo con el consumo recreativo, en el que se va larvando ese desequilibrio químico. Una vez producida la adaptación neuroquímica, no hay voluntad o soporte familiar que funcione porque hay una base corporal debilitada”, indica Richard.
Vivimos en una sociedad donde no hay percepción de riesgo del consumo: “El mensaje más poderoso que llega hoy por distintos medios es ‘consumí porque te va a hacer bien, porque te va a ayudar o porque no vas a tener problema’. Todo consumo entraña un riesgo”, advirtió Richard.
En cuanto al consumo de psicofármacos, estos existen porque sirven para sobrellevar una situación particular y como parte de un tratamiento médico, pero su consumo ha ido cambiando.
“Solo alrededor del 15% lo usa de esta manera y el resto se automedica. Muchos psiquiatras te lo hacen tomar para siempre y eso no ayuda a que se recomponga el sistema nervioso. Entonc se tiene una salud mental dependiente de una muleta química”, explica Richard. En consecuencia, se habla de “trastornos por uso de sustancias”, que puede ser leve, moderado o agudo.
Cómo ayudar
Ante la consulta sobre cómo ayudar a alguien que esté atravesando una situación de adicción o en forma personal, la especialista indicó: “Primero, siempre es necesario escuchar dudas y animarse a preguntar, no sentirse ridículo ni culpables en el caso de los padres”. Para ello, aclara que es importante reconocer que la problemática que afecta a la familia “no tiene que ver con disfunciones psicológicas”, sino con una disfunción social producida por el mercado y sus estrategias de marketing que indican que hay consumos que están bien. “Frente a ello es necesaria la solidaridad y compromiso de los medios de comunicación y sobre todo del sistema de salud para que informen en forma correcta a la población”
Virginia Digón
Fuente: La voz del interior (Argentina)