Combatir la contaminación en Ciudad de México
No sólo la ciudad de México está contaminada con la emisión de gases de los automóviles, es un problema en toda América Latina (y podemos añadir en el mundo) donde manejar un auto se ha convertido en signo de estatus económico. “No puedo comprarme una casa pero sí un auto”. El abaratamiento de los automóviles contribuye fuertemente a la polución ambiental de las ciudades y en consecuencia al cambio climático dado que las ciudades concentran cada vez más la vida de los países. Publicamos un resumen de una noticia aparecida en el país que muestra las grandes dificultades de bajar la contaminación mientras permanezca vigente la lógica de que todos debemos tener un auto. Cambiar la movilidad en las ciudades y la lógica de los ciudadanos son dos cuestiones a tener en cuenta urgentemente ya que la contaminación de los autos que circulan por la ciudad no es sólo por los gases que emiten sino por las demoras que ocasiona su número en el tránsito en general.
La Ciudad de México vivió en 2016 una de las peores crisis ambientales de su historia. El aire que respiraban sus habitantes se convirtió en el más dañino en 14 años. La capa color café que sobrevolaba la capital durante los meses más secos y cálidos del año, desde febrero a mayo, se sentía en los pulmones de sus habitantes y los expertos advertían de los graves riegos cardiovasculares y respiratorios.
La decisión de las autoridades fue entonces restringir la circulación de coches, decretar alertas ambientales e impulsar una estricta verificación de las emisiones de los vehículos.
Para este 2019, la Ciudad de México se asoma de nuevo a una temporada de días irrespirables y las medidas que propone el Gobierno actual, liderado por la científica Claudia Sheinbaum, han aumentado la preocupación sobre la capacidad gubernamental de hacer frente a una amenaza inminente a la salud pública.
Plan a largo plazo
Aunque está previsto un plan a largo plazo, para cuyo diseño colaborarán expertos de diferentes centros especializados en medio ambiente: como es el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y el Centro Mario Molina (del nobel mexicano de química), se ha hecho pública una decisión inmediata que afecta directamente a la cantidad de vehículos que circularán a partir de ahora por la capital, principales responsables de las emisiones contaminantes a la atmósfera.
Y hasta ahora debían pasar por un sistema de verificación que consistía en dos pruebas: una, para los más nuevos, llamada Diagnóstico a Bordo (SDB) que se basa en el sistema de control de emisiones del propio coche, que incluyen los modelos de 2006 y posteriores; y otra, que analizaba la cantidad de emisiones de cada vehículo.
Holograma 0
Si la unidad superaba ambos análisis, se le otorgaba un holograma 0, que le permitía circular sin restricciones por la capital. El gobierno de Sheinbaum ha propuesto esta semana que las pruebas se reduzcan solo a la primera, la SDB, lo que aumentaría en unos 200.000 vehículos más el parque vehicular de la ciudad.
Sheinbaum declaró que de los automóviles que cuentan con SBD, sólo 31.600 unidades debieron ser rechazadas y alrededor de 169.000 pudieron acceder al holograma 0.
“Muchos vehículos que el semestre anterior les dieron calcomanía uno, muy probablemente obtengan la cero este año”, anunció. De manera que el nuevo Gobierno se ha comprometido a aumentar la cantidad de coches de cara a los próximos meses.
Por su parte, el director del CEMDA, Gustavo Alanis, comenta en una entrevista telefónica que esto no tiene por qué significar que habrá más contaminación.
“Puede ser más fácil [pasar la prueba], pero no quiere decir que se relaja la norma. Lo que están haciendo es que el procedimiento sea menos burocrático, más simple y si pasas la prueba, adelante; y si no pasas, tu coche no puede circular. No se está eximiendo de su responsabilidad a los dueños de los vehículos más contaminantes. El chiste es que nadie se lo pueda brincar por corrupción”, explica.
Aire de la ciudad
Los expertos han pronosticado que esta temporada presenta unas condiciones climatológicas similares a las de 2016, el peor año para el aire de la ciudad. Por ello desde el CEMDA advierten que “si este año le sumamos al fenómeno del Niño, el calor, los incendios, la verificación vehicular ineficiente [por corrupción], estaremos ante una situación ambientalmente adversa”.
Y el plan del Gobierno todavía no está listo. Hernández asegura que las intenciones son plantear programas que desincentiven el uso del coche, desarrollar la “electromovilidad” del transporte público, aumentar las estaciones de bicicletas, revisar las fugas en hogares y fábricas, además de reducir las emisiones de orgánicos volátiles (comunes en los solventes y pinturas).
Fuente: ambientum.com


